domingo, 7 de marzo de 2010

XIMOS (los auténticos)




Ingredientes (para 32 ximos):


-32 pulgas (en Mercadona los venden en bolsas de 8)
-3 pimientos pequeños
-2 kg de tomate triturado
-100 gr de piñones
-6 latas pequeñas de atún claro
-6 huevos duros
-3 ó 4 huevos para el rebozado
-1 cucharadita de café de pimienta blanca
-1 cucharadita de café de canela molida
-1/2 nuez moscada rallada
-1/2 litro de leche
-Aceite
-Sal


En primer lugar, conviene cortar la punta a los panecillos y vaciarlos cuanto sea posible. Para que no se rompan, lo ideal es que estén algo duros, así que lo mejor es comprarlos uno o dos días antes.
Para hacer el pisto del relleno, cortaremos los ingredientes en trozos pequeños. Esto va al gusto, pero si utilizamos pulgas y no el panecillo original de ximo, los trozos pequeños facilitarán el relleno.
Sofreímos el pimiento. Cuando empiece a reblandecerse añadiremos los piñones, cuidando de que no se quemen. Una vez estén dorados, añadiremos el tomate y lo cocinaremos lentamente. Aquí añadiremos la sal, al gusto, pero teniendo en cuenta que más tarde añadiremos atún, que tiene bastante sal. También podemos añadir una cucharadita de azúcar, para reducir la acidez del tomate. Cuando el tomate esté cocinado, añadiremos las especias, el atún (al que le habremos quitado el aceite) y el huevo. El pisto podemos hacerlo la noche anterior, por comodidad y porque es bueno que repose, pero si lo hacemos así, no conviene añadir entonces el huevo duro.


Cuando vayamos a rellenar los panecillos, habremos tenido reposando el pisto en un colador durante una hora, más o menos, presionando de vez en cuando para que suelte el agua del tomate y el aceite. Así quedarán jugosos pero no demasiado, para que no se nos deshagan los panecillos, y quedarán también menos grasos. Al rellenar los panecillos, los tapamos con la punta del pan (no es necesario que cada punta corresponda a su panecillo original) y se fija con uno o dos palillos. Una vez rellenos todos los ximos, los remojaremos en leche y los pasaremos por el huevo batido, y de ahí a la sartén. Como hablamos de mucha cantidad, y en la sartén no conviene tener muchos a la vez, podemos ir rebozándolos mientras se va friendo. Conviene que el aceite esté bien caliente, para que se doren bien y el aceite no penetre, ya que de lo contrario resultarían muy grasos y pesados. Finalmente, al retirar de la sartén los dejaremos reposar sobre papel absorbente.

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